En la cantera es donde se encuentra nuestra materia prima, la piedra caliza
(Carbonato Cálcico). Esta se extrae mediante voladuras controladas
y posteriormente se tritura y clasifica por tamaños. Mientras que
los tamaños entre 40 y 90 milímetros son destinados a la
fabricación de la cal, los tamaños más pequeños
se destinan a la obtención de áridos calizos para la fabricación
de hormigón, morteros, prefabricados, plantas, etc. Una vez clasificada
la piedra, pasamos al proceso de cocción de esta, la cual, al añadirle
calor se transforma en Óxido Cálcico (Cal viva). CO3 Ca
+ Q ¤ Ca O + CO2. Para poder realizar esta reacción es necesaria
una temperatura, que oscila, en la zona de calcinación entre los
1.100 ºC y los 1.300 ºC, y se consigue actualmente con la combustión
de carbón micronizado. Cuando hemos obtenido el Óxido Cálcico,
se clasifica por tamaños y calidades, dependiendo de cual va a
ser su utilización posterior, pudiéndose expedir en camiones
volquete a granel o bien se microniza a diferentes tamaños. Los
tamaños que actualmente fabricamos, son medidos en micras, que
van desde 40 micras el de menor tamaño hasta 2.000 micras el mayor,
que salen al mercado envasados en sacos de tres hojas y plastificado para
garantizar al máximo un mínimo de conservación del
producto o pueden también servirse en camiones cuba presurizadas
y big-bags. A una parte de este Óxido Cálcico, después
de molturado, se le adiciona de forma controlada agua convirtiéndolo
en Hidróxido Cálcico (Cal apagada), cuya reacción
es la siguiente: Ca O + H2O ¤ Ca (OH)2. |
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