ICA ha desarrollado una dosificación de los áridos que se añaden al hormigón que permite que los pavimentos, manteniendo sus características resistentes, permitan un drenaje del agua de lluvia o de riego.

Esta dosificación de los áridos del hormigón, con una presencia de arena muy baja y un % de fracción gruesa más elevada, crea una estructura dentro del hormigón que facilita el paso del agua a través de las piezas del pavimento.

Esto se puede añadir a los ya clásicos pavimentos que permiten la plantación de césped entre sus piezas y que también mejoran la absorción natural del agua de lluvia.

Este pavimento es especialmente adecuado para zonas verdes, ya que permite conservar la capacidad drenante del terreno original. Esto es hoy en día cada vez más importante, pues el poder conservar parte de la capacidad de infiltración del terreno natural, tiene que ayudar a minimizar el impacto del gran número de nuevas zonas urbanizadas cada año.

Esta propiedad permite que podamos, a su vez, dimensionar las infraestructuras de recogida de aguas de una forma más racional. No son necesarios tantos canalillos e imbornales. Y en casos extremos, incluso las redes principales se pueden ajustar.